El Parque Natural de Sierra de Grazalema se localiza en la zona más occidental de la Cordillera Bética, entre las provincias de Cádiz y Málaga.
Tierra de fronteras, esta serranía, entre los siglos XIII y XIV, fue testigo de frecuentes contiendas entre el rei- no musulmán de Granada y el reino de Castilla. Surgen, así, núcleos urbanos muy concentrados, que se encaraman sobre las cumbres y laderas, quedando plenamente integrados en el paisaje.

Este paisaje único, modelado por las diversas civilizaciones que lo poblaron, persiste en nuestros días. Los principales recursos del Parque son las explotaciones forestales y la ganadería (entre otras la de reses bravas).
Y en su entorno, destacan labores como la fabricación de mantas de lana y la pujante industria de productos derivados de la piel; otras fuentes de ingresos son el turismo, la caza y la pesca deportiva.
Se trata de un macizo calizo modelado por la acción del agua a lo largo de los siglos lo que ha dado lugar a innumerables cuevas, simas y gargantas, algunas de ellas de gran espectacularidad.
Su elevado y escarpado relieve, con picos que superan ampliamente los 1.500 m, junto a su orientación hacia el Atlántico, ha propiciado la existencia de un particular microclima de montaña que presenta el índice de pluviosidad más elevado de toda la Península Ibérica.